Una manera de ponerte objetivos es explorando lo que te emociona en la vida.

Se trata de ir creando, protocolizando, ajustando todo a cada momento.

El cambio es continuo, no cesa, y se trata de eso, de seguir afinando y puliendo con cada acción.

La vida es como una cadena infinita unida por engranajes, en el que hay engranajes que no pesan, y otros que si, cuales están rotos y debemos quitar, y hay otros que el mero hecho de afinarlos quedan perfectamente impecables, al menos para lo que queremos hoy.

A las experiencias que menos placer te de enfrentarte, pero más necesarias y urgentes de hacer, son las que te ayudarán a afinar todo aún más.

Cuando te enfrentas a lo que no quieres, te das cuenta de cuan importante es lo que si que quieres.

¿Y a quien no le gusta afinar y automatizar hasta tal punto que deje de costar trabajo? Poner un ✅ en la lista de tareas e ir a por otra más.

Cuando todo está equilibrado, automatizado, es fácil, incluso el caos, siendo aceptado, amado, puede formar parte de algunos aspectos que den equilibrio a tu vida.

Y para eso tienes que aceptar la realidad, pero no esa que asientes con la cabeza, esa no, me refiero a la que jode, a la que necesariamente no queremos que joda, pero jode.

No existe una manera de hacer las cosas igual para todos, se trata de ir adaptando lo externo a tu momento actual, hacerlo para estar mejor emocionalmente tanto en lo profesional como en lo personal, no al revés.

Lo que hoy estás haciendo quizás dentro de 6 meses lo tengas que modificar todo otra vez, pero de eso se trata, de saber lo que quieres hoy, y no dejar de intentarlo hasta que esté exactamente, como necesitas que esté.