ESTRÓGENOS, TESTOSTERONA, TEJIDO ADIPOSO Y LIPEDEMA

• El embarazo, 
• La menopausia 
• El uso de anticonceptivos hormonales.

Cada una de estas circunstancias implica alteraciones en las concentraciones hormonales, especialmente el estrógeno.

En apoyo de esto, solo se ha notificado un pequeño número de casos en hombres caracterizados con niveles más bajos de testosterona y/o aumento de los niveles de estrógeno.

Aunque su mayor producción es el ovario, también tiene lugar en las glándulas suprarrenales (vaya, las glándulas que responden al ESTRÉS)

El estrógeno promueve la acumulación de grasa específicamente en la parte inferior del cuerpo, que incluye caderas, muslos y nalgas, que es un sitio común de acumulación excesiva de tejido adiposo en la mayoría de los tipos de lipedema.

De hecho, el lipedema está asociado con variantes en los genes que codifican las hormonas sexuales involucradas en la deposición de tejido adiposo subcutáneo.

El estrógeno es una hormona esteroide con tres formas endógenas: 

• Estrona (E1), 
• Estradiol (E2) 
• Estriol (E3). 

El estradiol:

Su síntesis tiene lugar a partir de la testosterona (HORMONA SEXUAL MASCULINA PREDOMINANTE, VAYA )

La testosterona es la hormona precursora del estrógeno, más común en el ser humano que es el estradiol.

La señalización de estrógenos está involucrada en numerosas vías fisiológicas en todo el cuerpo, incluyendo, entre otros: 

• la reproducción, 
• el comportamiento, 
• la función cardiovascular, 
• el metabolismo 
• y la distribución de la grasa corporal.

La señalización de estrógenos en el tejido adiposo altera la acumulación de lípidos, la absorción de ácidos grasos, la lipogénesis y, posteriormente, el tamaño del depósito de adipocitos.

El adipocito es un tipo celular derivado del fibroblasto cuya principal función es almacenar lípidos, en concreto triglicéridos y colesterol esterificado, como reserva energética.

Existen dos tipos de adipocitos, el blanco y el marrón, que forman dos tipos de tejido graso.

Esta señalización de estrógenos regula diferentes depósitos de tejido adiposo y es una característica clave de los dimorfismos sexuales observados en la acumulación de grasa corporal y la capacidad de expansión del tejido adiposo entre hombres y mujeres. 

La señalización del receptor de estrógeno y/o la producción de estrógeno por parte de los adipocitos representa un “punto donde poner el foco”, en el desarrollo de la disfunción del tejido adiposo asociada con el lipedema.

Como tal, muchas mujeres premenopáusicas acumulan grasa en los depósitos adiposos subcutáneos (predominantemente en la parte inferior del cuerpo). 

Hasta ahora, la investigación humana apoya que el estrógeno está asociado con la acumulación de tejido adiposo subcutáneo (entre la piel y el músculo) en las regiones glútea y femoral. 

De hecho, la pérdida de estrógeno con la menopausia cambia la acumulación de tejido adiposo lejos de la parte inferior del cuerpo hacia la deposición central/abdominal, una distribución comúnmente vista en los hombres. 

La desregulación del receptor de estrógeno puede desempeñar un papel en la acumulación excesiva de tejido adiposo de la parte inferior del cuerpo caracterizada por el lipedema.

VALORES ANALÍTICOS A TENER EN CUENTA: 

• Estradiol
• Prolactina
• Androstendiona
• Progesterona
• Testosterona libre
• Testosterona total
• DHEA-S
• SHBG
• LH
• FSH
• ACTH
• Aldosterona
• Renina
• TSH
• T3 Total
• T3 Libre
• T4 Total
• T4 Libre
• Cortisol
• Leptina
• Homocisteina
• Ácido fólico
• B12
• Vitamina D
• Calcio
• PTH
• Valorar test de estrés: medición en saliva de cortisol, alfa-amilasa, DHEA, ratio DHEA/cortisol y melatonina.