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Enfermedad Inflamatoria Intestinal, Embarazo y Tromboembolismo Venoso

Los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal (EII) tienen un mayor riesgo de tromboembolismo venoso (TEV). 

La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) es una enfermedad inmunomediada que comprende la colitis ulcerosa (CU) y la enfermedad de Crohn (EC). 

La CU afecta principalmente el recto y el colon, mientras que la EC puede afectar cualquier parte del tracto gastrointestinal desde la cavidad oral hasta el área perianal. Aunque tienen características clínicas diferentes, tanto la EC como la CU se asocian con un mayor riesgo de tromboembolismo venoso (TEV).

 

Varios estudios han demostrado que los pacientes con EII tienen un riesgo de 2 a 3 veces mayor de desarrollar TEV en comparación con la población general

El tromboembolismo venoso (TEV) es una afección que ocurre cuando se forma un coágulo de sangre en una vena. El TEV incluye la trombosis venosa profunda (TVP) y la embolia pulmonar (EP).

El riesgo más alto de desarrollar TEV se da después de

  • una cirugía mayor,
  • una lesión de importancia,
  • durante períodos de infección y
  • en periodos de inflamación.

Los eventos de TEV conllevan una morbilidad y mortalidad significativas y se han asociado con peores resultados en pacientes con EII. 

 

Los factores clínicos que aumentan la probabilidad de un evento de TEV entre los pacientes con EII incluyen:

  1. La edad avanzada 
  2. Embarazo y post-parto,
  3. Enfermedad activa, 
  4. Enfermedad más extensa, 
  5. Hospitalización, 
  6. Medicamentos como corticosteroides o tofacitinib
  7. Cirugías relacionadas con la EII.

 

Los estudios han sugerido que la naturaleza hipercoagulable de la enfermedad proviene de una interacción compleja de sistemas que incluyen:

  • la cascada de la coagulación, 
  • los inhibidores naturales de la coagulación, 
  • el sistema fibrinolítico, 
  • el endotelio, 
  • el sistema inmunitario 
  • y las plaquetas. 

 

El tromboembolismo venoso es una complicación conocida en pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal que se asocia con un riesgo de morbilidad y mortalidad significativas. 

Estudios demuestran que los pacientes con EII tienen un riesgo de 2 a 3 veces mayor de desarrollar TEV.

 

Medicamentos

El uso de corticosteroides se asoció con un mayor riesgo de eventos de TEV en pacientes con EII 

Se cree que el mecanismo está relacionado con el exceso de cortisol, ya que los pacientes con síndrome de Cushing tienen un mayor riesgo de TEV por una producción elevada de factores coagulación y una capacidad fibrinolítica disminuida.

El TEV conlleva una morbilidad y mortalidad sustanciales, con tasas de mortalidad aún más altas informadas en la población de pacientes con EII.

 

Embarazo y TEV

El TEV es una de las principales causas de mortalidad materna relacionada con el embarazo en los países desarrollados, con un aumento de 4 a 6 veces en el riesgo relativo de TEV en mujeres embarazadas en comparación con mujeres no embarazadas. Los cambios fisiológicos durante el embarazo, incluidas las alteraciones en el flujo sanguíneo venoso, la obstrucción mecánica por el útero grávido y la lesión vascular conducen a un mayor riesgo de TEV que puede persistir hasta 12 semanas después del parto.

Sin embargo, las mujeres con EII tienen un riesgo aún mayor de TEV durante el embarazo y el posparto. Según un reciente estudio de cohorte basado en la población a nivel nacional que incluyó aproximadamente 2 millones de partos en Dinamarca entre 1980 y 2013, el riesgo relativo de TEV durante el embarazo fue casi dos veces mayor en mujeres con EII en comparación con aquellas sin EII. Al considerar el período posparto, las pacientes con EII tenían un riesgo relativo más alto de desarrollar TEV en comparación con las pacientes posparto sin EII.

Un metanálisis reciente, que incluye estudios de cohortes adicionales de los Estados Unidos, el Reino Unido y Australia, así como un estudio basado en la población en Suecia, mostró resultados similares. Los autores concluyeron que durante el embarazo había un riesgo dos veces mayor de TEV entre las pacientes con EII, que persistió durante el período posparto. En el análisis de subgrupos, el riesgo de TEV parecía más alto en pacientes con CU en comparación con pacientes con EC tanto en el embarazo como en el período posparto.

 

Actividad de la enfermedad, localización de la enfermedad y hospitalización

Se ha demostrado previamente que la presencia de enfermedad activa aumenta el riesgo de TEV en pacientes con EII. En el estudio de cohorte retrospectivo de 2010 realizado por Grainge et al, tener un brote de EII se asoció con el mayor riesgo de TEV (HR: 8,4; IC del 95 %: 5,5-12,8) en comparación con los pacientes con EII con actividad de la enfermedad crónica o en remisión. Se observaron resultados análogos entre pacientes embarazadas con EII, ya que aquellas que experimentaban un brote tenían un mayor riesgo de desarrollar un TEV. Además, en un estudio retrospectivo de un solo centro de todos los pacientes con EII con eventos de TEV, se encontró que el 71 % tenía la enfermedad activa en el momento del diagnóstico de TEV

 

María Sánchez Romero

mariapowerpt@gmail.com

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